ROBRT CRESPI DUCLEAU (1903-?)

La creación del Hospital Militar Internacional en la ciudad de Ontinyent entre abril y mayo de 1937, supuso un hecho significativo para sus vecinos y vecinas. Sin salir de casa encontrarán toda una serie de lenguas, culturas y maneras de pensar distintas a las suyas.

El hospital fue un polo de atracción para los familiares de los heridos y enfermos que permanecían allí recuperándose, pero también para los hombres y mujeres que llegaron a Ontinyent, procedentes de diferentes países, para combatir el fascismo.

Este hospital era un hormiguero de lenguas, culturas y religiones, en definitiva, de personas que le daban en este centro sanitario un aire cosmopolita e internacional.

Un hospital que no pertenecía a las Brigadas Internacionales. Estaba costeado por la Internacional Socialista Obrera, pero gestionado, desde el punto de vista sanitario por el Ejército Popular de la República.

En esta instalación sanitaria había médicos, enfermeras, personal auxiliar, farmacéuticos, etc. procedentes de países como Polonia, Italia, Francia, Rumanía, Bélgica, Ucrania, etc. También había personal sanitario español y  por supuesto también de Ontinyent . Disponía de otros  servicios como el de vigilancia, limpieza, barbería, escuela de enfermería, ambulancias, etc.

De todo esto y de mucho más se habla al libro que he preparado y que por razones de la pandemia todavía no se ha podido publicar. Es por eso que he decidido publicar de manera muy resumida, parte del pequeño diccionario biográfico de mujeres y hombres que estuvieron vinculados, por una razón u otra, al Hospital Militar Internacional.

Robert Crespi-Ducleau será la primera persona que abordaré en este diccionario biográfico. Cuando preparamos el guion del documental «Las mamás belgas» teníamos una carencia importante de información respecto del Dr. Crespi. Sabíamos muy poco de él, ni siquiera disponíamos de una  o fotografía. Toda investigación histórica necesita buenas dosis de paciencia y tenacidad en la investigación. Creo que los resultados han sido satisfactorios porque al menos ahora, cuatro años después de haber rodado el documental de las enfermeras judías, he conseguido averiguar un poco más sobre este hombre que estuvo trabajando en Ontinyent como director del Hospital Militar Internacional que crearon los socialistas belgas.

CRESPI-DUCLEAU, ROBERT (1903- ?): Nació en Milán el 25 de noviembre de 1903. La primera noticia que se tiene  es que se trataba de un hombre que se ganaba la vida con la venta ambulante en Palermo y Milà. Se trataba de una persona que arrastraba un pasado oscuro con continuos cambios de identidad por aquello de evitar la justicia. De hecho, se hizo pasar por cirugía antes de venir en Ontinyent a trabajar. Dos veces se cambió la identidad, primero con el nombre de Trainer Paul de origen francés y después con Primo Fratelli nombre con el cual consiguió una plaza de médico en Lugano. Conseguirá trabajar en el Hospital de Bellinzona gracias al apoyo de un obispo. Las tareas de espionaje de 1938 del Partido Comunista Ruso posan en la pista que el Dr. Encrespe que trabaja en Ontinyent era el Dr. Primo Fratelli. Además, los datos recogidos por los espías rusos lo identifican como miembro del partido Socialista Italiano.

Al llegar al lado de Ticino, posó su condición de antifascista lo cual le permitió ganarse el apoyo y confianza de las autoridades y de los enfermos hasta el punto que fue el secretario del Circolo dei Medici di Bellinzona, conseguirá una plaza de médico agregado en el Hospital de Bellinzona y participará en un programa de radio donde el «médico aconseja».

No se tiene ninguna noticia de él durante los 5 años que vivió en Suiza, hasta que tuvo dificultades con la justicia y fue encarcelado. Durante este momento no pose de manifiesto ninguna idea política, manteniendo estrecha relación con la iglesia. Recibía vistas de sacerdotes mientras permanecía encarcelado. Durante este periodo intentó suicidarse.

Cómo decíamos antes el Dr. Robert Crespi-Ducleau arrastraba un pasado muy oscuro con una acusación de homicidio por la muerte de un comerciado en Italia, de robos, y falsificaciones. Llama la atención que sin saber como, consigue la nacionalidad suiza, parece ser que gracias a los contactos con el consulado portugués. En 1929 es indultado y ademán en libertad, volverá a Ticino.

Esta información recogida por los espías rusos es recogida mientras está en Ontinyent trabajando como director del Hospital Militar Internacional. Estos mismos informes posan de manifiesto las declaraciones de su padre que afirmaba que su hijo, Robert Crespi, era un niño que solo había ido a la escuela de primaria. No era médico. Estos hechos extremaron su vigilancia.

Desde el hospital de Ontinyent se observa con preocupación su actuación médica del Dr. Encrespe sobre todo por su atención a los soldados cuando llegaban con heridas en los brazos y piernas, si los atendía él siempre tomaba la misma decisión la amputación. Este hecho preocupaba hasta el punto que los consideraban uno espía fascista.

A esta sospecha de espía fascista hay que añadir los informes de la célula comunista que formaban las mamás belgas donde se posa de manifiesto los impedimentos que el Dr. Crespi  frente a las acciones militantes y políticas de las enfermeras, según informe de la enfermera Rachel Wacsman.

Llama la atención que para otros investigadores si que se graduó en la Universidad de Milà. Se trataba de una persona declarada antifascista que viajó por Francia, Suiza antes de venir en Ontinyent en 1937.

Se trata de una persona, que como se ha dicho, con un pasado  poco claro y lleno de espacios oscuros.

A pesar de estas informaciones habría que profundizar un poco más sobre esta controvertida historia del Dr. Crespi o el «Falso doctor Fratelli». El misterio, cuando menos, está servido.

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