REFUGIADOS EN ONTINYENT HUYENDO DE LOS NAZIS. 1943.

Hace un tiempo, recibí un correo electrónico del periodista Carlos Hernández de Miguel, autor de «Los campos de concentración de Franco», donde preguntaba alrededor de los campos de concentración a la ciudad de Ontinyent. Mi respuesta fue sincera; no tenía ni idea del tema pero le sugerí quién podía ayudarlo. No sé si contactó con Antonio Calzado, Guillem Llin, Josep Gandia o con Marius Climent, historiador que ha investigado la represión en la Vall d’Albaida con su trabajo alrededor de los campos de trabajos y que es de obligada lectura. Si revisamos el libro de Carlos Hernández, en la página 32, en el listado de campos de concentración incluye el nombre de Onteniente ( el nombre correcto es Ontinyent) identificando y dando  información respecto del campo de concentración del campo de fútbol y también que alrededor de 1940 vuelve a reabrir sus puertas pero sin identificar donde , el campo de concentración para extranjeros que huían de la II Guerra Mundial. A pesar de todo en los agradecimientos dice «A Joan Torró Martínez, miedo compartir los datos sobre sus investigaciones en «Onteniente». ( vuelve a citar mal, el nombre correcto, es Ontinyent). Gran sorpresa la mía porque realmente no había investigado nada al respeto solo leí algun cosa sobre el campo de fútbol y que aen el cementerio de Ontinyent hubo un campo de concentración, durante muy poco de tiempo. El que sí le dije que en la Porqueriza, espacio de la memoria que ha desaparecido, hubo una prisión donde permanecieron ontinyentins y otros republicanos de la comarca.

De todas maneras, mi interés por el tema crecía. Lo primero que hice fue preguntarle a Calzado, que inmediatamente puso sobre la mesa las primeras pistas. En su tesis había referencias, se identificaba que en Ontinyent hubo una especie de campo de concentración en el año 1943 donde hubo retenido unos 125 franceses.

Mientras tanto consulté a Màrius, que con muy buen criterio me sugirió trabajo de Javier Rodrigo, «Cautivos» donde realmente también he encontrado referencias al respeto.

La tarea de cualquier investigador siempre debe estar precedida por la búsqueda bibliográfica y por ello he tenido que acceder a los trabajos de investigación de Josep Calvet, que me han vuelto a dar alguna pista. Sobre todo porque parece que hubo refugiados judíos, que huyendo de los nazis atravesaron la frontera francesa y mediante la colaboración de la cruz roja francesa y la española, llegaron a Ontinyent. Si durante la guerra civil vinieron un grupo de enfermeras judías,  conocidas como las mamá belgas, para luchar contra el fascismo, ahora llegaban a Ontinyent, parece que otros judíos, huyendo de los nazis, a una tierra gobernada por una dictadura, también de carácter fascista.

Es un tema que cada vez me sigue despertando interés, sobre todo porque he encontrado fuentes documentales que vienen a corroborar que hubo personas custodiadas al Balneario de Ontinyent. La documentación conservada al Archivo Histórico de Girona así lo confirma.

Cómo podéis imaginar la sorpresa fue mayúscula. En Ontinyent solo había un balneario, era el de la Salud, donde permanecieron durante los tres años de guerra el Colegio Nacional de Ciegos de Madrid y ahora parece que formaba parte del sistema concentracionario franquista.

A continuación, recurrí a las fuentes orales y para ello contacté con Jose Luis Garcia un experto en el balneario, para preguntarle a quién podía entrevistar. Jose Luis Garcia también se quedó sorprendido  cuando le  explicarle mi interés. Sugirió algunas personas que por edad podrían tener conocimiento. Una de ellas fue el médico D. Paco Galiana, quien también extrañado, respondió que no tenía ni idea, al preguntarle por el tema.

Queda mucha cosa por hacer, poco a poco voy identificando cada una de las personas que estuvieron retenidas en Ontinyent, estoy revisando otros archivos, acudo a la investigación oral, etc. pero lo que me llama la atención es por qué sobre el tema hay muy poca o ninguna información.

Se cumple aquello que decía Galeano en «El Libro de los abrazos» ; «El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer, nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia: pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que no pueda ocultar la basura de la memoria»

A pesar de todo, mi insistencia tiene que seguir, tengo que continuar la investigación para conocer este hecho de nuestra historia reciente y desconocido para muchos de nosotros.

Con esta entrada solo querría ponerlo en conocimiento de todos y todas con el objeto de quien lea esto y tiene algún dato, documento, fotografía o cualquier información al respeto ,se ponga en contacto conmigo y así contribuir a reconstruir nuestra historia que tantos años ha estado amnésica.

Mi trabajo continúa y espero que en un tiempo prudencial pueda compartir con todos vosotros y vosotras los resultados de mis investigaciones.

PD. He tenido, recientemente, acceso al blog de Rosa Sala Rose, muy interesante y espero que su libro «La penúltima frontera. Fugitivos del nazismoen España» pueda aportar alguna luz en mi investigación. En este linc podéis acceder a su bloque.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *