PEDAGOGÍA DE LA MEMORIA

El pasado mas de mayo publiqué una entrada con el título «Encuentro de estudiantes. Mauthausen, del 3 al 6 de mayo de 2019″. Hoy vuelvo a recuperar esta experiencia, después de comprobar que al programa de fiestas del barrio de San Rafael de 2019 hay una aportación de los cuatro alumnos que participaron en aquel encuentro con un artículo publicado en el programa de fiestas.

Este hecho me ha sorprendido gratamente, porque cuatro meses después los vecinos y vecinas de Ontinyent, y en particular del barrio de San Rafael, pueden conocer las impresiones, vivencias y experiencias que vivieron aquellos cinco estudiantes de bachiller.

Mi blog, a pesar de que no es uno de esos que crean influencia, tampoco es mi pretensión, intenta aprovechar la red para compartir aquello que puede ser útil a la vez reconstruir y recuperar nuestra memoria histórica. Hay pocas vistas, pero ha llegado a Bélgica, Francia, México, USA, Holanda y un buen puñado de ciudad del estado español.

Si con el programa de fiestas del barrio de San Rafael puede entrar en muchos  domicilios de la ciudad de Ontinyent, ahora con esta publicación me gustaría llegar más allá de Ontinyent, del País Valenciano y que pueda ser leído en todo el mundo. Desde mis humildes aportaciones, me gustaría compartir con todos y todas lo que ahora tengo ante mí, en formato papel, la crónica de los alumnos del IES Pou Clar

No reproduciré íntegramente ese artículo, pero sí que extraeré algunas de las valoraciones de los alumnos de Ontinyent que participaron en este encuentro.

Son alumnos del primer curso de bachiller, y si tengo que decir algo en su favor, es que mostraron una gran madurez, capacidad reflexiva, análisis crítico y sobre todo sensibilidad a la hora de explicar aquello que experimentaron.

Alba Ortiz inicia este relato con una reflexión donde deja claro la importancia y la necesidad de conocer los campos de exterminio de los nazis, considera que » es importante conocer con profundidad todos los horrores que allí se cometieron, y no dejar en el olvido todas aquellas víctimas, deportadas a los campos de concentración, entre ellas, los españoles republicanos que lucharon contra el fascismo en España, buscando así la libertad»

Paula Muñoz después de explicar su vista a Gussen donde participó en el acto para conmemorar a los republicanos asesinados para defender la libertad afirma que «era imposible no emocionarte con todas aquellas fotos y recuerdos que reflejaban el anhelo y el dolor de las familias y amigos de todas las víctimas de la barbarie nazi, homenajeados en aquel memorial». El relato de Alba continúa explicando la visita a Mauthausen para finalizar su corta crónica diciendo que «creo que es importante que se conserven estos lugares, no solamente para mantener la memoria de las víctimas; sino para recordar y aprender de los erros del pasado-, puesto que la historia no se puede borrar- para no volverlos a repetir…».

Luis Pla habla de emociones y sentimientos, de cómo luchando contra el cansancio del viaje espera con ansia el encuentro con otros alumnos que participan, pero sobre todo como dice él mismo , por «hablar con el resto de alumnos que como nosotros iban con el propósito de tomar conciencia del que allí algún día se hizo» Lluis nos explica, desde la visión de un adolescente que desborda energía, propia de un joven por conocer otras personas, a pesar de que en el túnel de Ebense, con tantos jóvenes cantando todos junto «Bella Ciao», no deja de reconocer, con un intento de ponerse en la piel de los que allí estuvieron sufriendo la barbarie nazi, la sensación que experimentaba «soledad … rodeado de tanta gente». La visita a Mautahusen usa tres palabras para explicar que es aquel espacio del horror y a la vez de la memoria. Le suponía; «Rabia, dolor e impotencia». Su relato lo finaliza sin perder esa necesidad de todo joven de conocer gente, pero con la obligación de «transmitir el que aprendimos para que no se vuelva a repetir nunca más».

Carmen Barranco explica aquellas emociones y sentimientos vividos, los cuales considera contradictorios, como ella misma manifiesta, pero que explica muy bien, que aquel viaje le generó felicidad, tristeza y rabia. Felicidad porque pudo participar en uno de los actos enel que asistieron miles de jóvenes que como ella teníamos el mismo objetivo, participar en los «actos y homenajes dedicados a las víctimas de aquel desastre». Tristeza y rabia «al ponerme en la piel de las víctimas …imaginando una vida allí. Rabia o impotencia al no entender como ser humanos llego a ese extremo, ejecutando proyectos que destruyeron la humanidad».

Àngela Sanfélix empieza su relato manifestando su dificultad para explicar lo que vivió y experimento aquellos días en Austria. En referencia a la visita del campo de concertación de Mauthausen afirma que «no era capaz de imaginarme el que realmente se sentía dentro». Por el destino propio que define la vida de las personas, cada vez son menos los deportados en vida que visitan el campo de Mauthausen. Angela y el resto de compañeros puedan intercambiar algunas palabras con un deportado de Cracovia.

Si algo se tiene que remarcar, en esta crónica, es su compromiso para explicar al resto de compañeros y vecinos y vecinas de Ontinyent, cual fue su experiencia. Ahora lo hacen mediante el programa de fiestas de San Rafael. Queda, pues que esta historia, llena de emociones y sentimientos, a veces encontrados, pero sinceros y llenos de humanidad, pueda ser explicada al resto de la población de Ontinyent. Hay diferentes maneras para llevar a cabo esta propuesta que lanzan los mismos alumnos; en el entorno de la celebración de alguna de las actividades de la Comisión para la Recuperación de la Memoria Democrática de Ontinyent; en la celebración de la próxima semana Pedagógica, o en cualquier de las actividades que se desarrollarán entorno a «Ontinyent ciudad educadora». Esperamos que alguna de ellas se pueda materializar y así esta iniciativa, en la que han participado cuatro chicas y un chico, representantes de todos y cada uno de los jóvenes de Ontinyent, tengan la oportunidad de compartir esa experiencia.

Con acciones como las que ha organizado la FVMP con la colaboración de la Consellería de Justicia, Administraciones Públicas y Reformas Democráticas, el Amical de Mauthausen y apoyo del Ayuntamiento de Ontinyent, se hace pedagogía de la memoria creando los espacios para la reflexión y propiciando experiencias que ayudan a recuperar la memoria, la verdad y la justicia. Pero no solo desde el ámbito escolar sino desde la educación social, desde el movimiento asociativo y comunitario y sobre todo generando unas prácticas que desde las administraciones más próximas a los ciudadanos, como lo son los ayuntamientos, las cuales tienen que revertir a los mismos ciudadanos, acciones concretas cómo son: la creación de los itinerarios de la memoria democrática; recuperación la memoria oral democrática; divulgar la tarea realizada en la recuperación de la memoria democrática, pero sobre todo haciendo partícipes a los más jóvenes en iniciativas como la que han participado Carmen, Alba, Paula, Luis y Àngela

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