MADRID BERLINER LUFTIG (ONTINYENT-1938/AUSCHWITZ-1942

He esperado hasta el dia de hoy para publicar la segunda entrada en mi blog en el año 2020. Creo que las circunstancias lo requieren . Quizás alguien piense que estoy un poco pesado en este tema. Pero sabéis que os tengo que decir? Que me da igual.

No dejaré de denunciar, de evidenciar la carencia de voluntad política para llevar a cabo una propuesta que viene de tiempo atrás relacionada con los derechos humanos.

Hace una buena temporada, cuando todavía formaba parte de la Comisión para la Recuperación de la Memoria Democrática del Ayuntamiento de Ontinyent, se iniciaron  los trámites para que en nuestra ciudad se instalasen las conocidas piedras de la memoria o «Stolpersteine».

Se han publicado libros, como el de Guillem Llin (La Derrota Perpetúa) donde se identifican claramente los vecinos de Ontinyent, en particular, y los valldalbaidins en general, que murieron a los campos de exterminio nazi. También se ha conseguido evidenciar la única mujer nacida en Ontinyent asesinada en Auschwitz. Esta información ha sido possible gracias a las investigaciones que realicé para el documental «Las mamás belgas». A pesar de todo estaba previsto que el 25 de abril de 2019 Ontinyent fuera la primera ciudad del País Valenciano dónde se tenía que instalar las mencionadas piedras. Este anuncio lo hizo Ximo Puch presidente de la Generalitat Valenciana. Desgraciadamente, dicen, que por haver coincidido con periodo electoral, se suspendió aquel acto.

Es cierto que han pasado unos cuántos meses, que se han hecho otras piedras que no tienen nada que ver con el proyecto internacionalista creado por el artista berlinés, Gunter Demnig. También es cierto que vienen a mi unos cuantos interrogantes con respecto a este proyecto como son; ¿Por qué el ayuntamiento de Ontinyent, no reclama los stolpersteine a la Generalitat? Si estaba programado para el 25, y así lo reflejaba el web del artista, entonces, ¿Dónde están los stolpersteine de Ontinyent? ¿El proyecto memorialista de la Generalitat, se ha visto afectado al crearse la nueva consellería de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática?  ¿Será que el Ayuntamiento de Ontinyent, al cambiar también el signo político, también ha afectado la política memorialista municipal?

Son preguntas que necesitan respuestas políticas. Siempre he creído que la administración local debe ser desde donde se han de materializar las políticas públicas y en concreto de la política pública municipalista en materia dememòria democrática. Siempre he defendido la acción municipalista. Se ha avanzado mucho, nadie lo niega, pero hay una distancia muy grande entre aquello que se ha hecho en el ámbito de Gobierno de la Generalitat y su traslación a la administración más próxima a la ciudadanía. Los ciudadanos y ciudadanas tienen que percibir el resultado de esa política memorialista, que, sea todo dicho, en el ámbito municipal ontinyentí, existen serias dificultades para identificarla.

Lo digo porque pasan los días, las semanas, los meses y el proyecto de instalar los stolperteine no cuaja. Y sobre todo, otra vez son los más vulnerables los que están sufriendo los efectos de la carencia de responsabilidad y madurez democrática. En aquellos años de barbarie, muerte, represión los más inocentes, los niños y niñas sufrieron los efectos de aquel disparate de los adultos. La ciudad de Ontinyent, durante la guerra civil,  se caracterizó para ser una ciudad solidaria y acogedora. Discurso que defiendo desde hace mucho de tiempo. No es descabellado que ahora recuperemos y hagamos memoria de aquel Ontinyent recordando a la niña nacida en Ontinyent, Madrid Berliner Luftig, reclamando su stolpersteine. Madrid Berliner Luftig nació en «la finca internacional» como dice su partida de nacimiento, en referencia a la casa El Pinatar. Los políticos europeos hace muchos años que van por delante  con respecto a lo que aquí estamos realizando. Los mismos belgas que crearon el Hospital Militar Internacional en Ontinyent, dieciséis años después del asesinato del ontinyentina, el Ministerio de Sanidad Pública y de la Familia publicó, en octubre de 1956, las defunciones de muchos deportados belgas en Auschwitz. En aquella publicación del Estado belga se puede leer: «En date du 8 octobre 1956, M. le Ministre de la Santé publique te de la Famille a déclaré présumés décédés las nommés: … Berliner, Madrid, née a Onteniente (Espagne) le 2 août 1938, fille de Berliner, Szmul te de Luftig, Golda, conjoints, sans profession, demeurant á Amberes, Grite Beertsraat, 83, célibataire; entre le 1.º e le 11 septembre de 1942, à Auswichtz».

Han transcurrido 64 años desde la publicación y 75 de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz y todavía no se ha hecho nada para recuperar la memoria de esta niña pero tampoco por los ontinyentins asesinados en los campos nazis, es decir de Gonzalo Donat Ureña, Vicente Sais Micó, Rafael Torró Garrigós, Francisco Santamaria Tortosa, Rafael Donat Vidal, Vicent Gandia Reig i José María Martí Belda.

De todas maneras no hay que perder la esperanza y algún día, con un ataque de madurez democrática, los responsables políticos municipales de la ciudad, recuerdan a sus vecinos asesinados en los campos de exterminio nazis.

PD. Hoy en esta tarde de lluvia, frío y las sierras nevadas he visto esta película. Ya tenía  preparada esta entrada, la quería publicar el próximo 27 de enero pero lo hago hoy, una vuelta he visto «La profesora de Historia»  a sugerencia de mi compañera Anna Campos psicóloga.

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