Dr. FERNAND NEUMANN DETHIER (1879-1958)

Médico belga graduado en medicina por la Universidad de Bruselas en 1903. Con experiencia en medicina militar de guerra, trabajó con el Dr. Depage en la guerra de los Balcanes en 1912. Profesor de clínica en Bruselas en el hospital de Brugmann donde también estuvo trabajando la Dra. Gitta Gelibter Loewenthal que se desplazará hasta el Hospital Militar Internacional de Ontinyent donde ejercerá con el Dr. Neumann.
Junto con el Dr. Albert Marteaux, con quien mantenía una estrecha relación de amistad, será uno de los principales impulsor en la creación del Hospital Militar Internacional de Ontinyent. Puso en práctica la organización sanitaria de guerra después de su experiencia como médico en la I Guerra Mundial, partidario de la atención y cirugía avanzada y  más cerca del frente. En palabras del Dr. Fernand Neuman la atención a los heridos se organizaba con un punto sanitario, el cual tenía que estar lo más cerca del frente, y con otro situado a una distancia intermedia donde se hacía el triaje de los heridos. El Hospital Militar Internacional de Ontinyent creó estos puntos de atención sanitaria. Además  disponía de diez vehículos y diecinueve  ambulancias para los traslados de los heridos. En esta fecha ya había 450 heridos atendidos, disponía de tres quirófanos, con los servicios necesarios y considerado sobre todo como un hospital para la cirugía. La crónica del periódico «De Volksgazet», publicada el 15 de junio de 1937, en opinión del Dr. Neumann,  el hospital de Ontinyent era más grande que el antiguo hospital de San Juan de Bruselas.
Su estancia en el Hospital Militar de Ontinyent se concretó en dos fechas; durante el año 1937, una en junio y la otra en agosto desarrollando una intensa actividad médica y quirúrgica. En el primer estancia realizó 15 intervenciones en pocos días y en la segunda, con 17 días, llevó a cabo más de un centenar de intervenciones quirúrgicas (Gotovitch: 1999, p. 142).

En la entrevista realizada en Le Voix lleva Peuple del 5 de septiembre de 1937, pose de manifiesta su satisfacción al colaborar en esta experiencia sanitaria, con las siguientes palabras:«Estoy muy contento de haber ido. Había un deber de solidaridad que cumplir». Es un ejemplo más de como esta experiencia sanitaria se convirtió en una acción humanitaria y de solidaridad que sustituyó a la no-intervención, propiciando la creación del Hospital Militar internacional.

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