CALLE «LES EMBOGADORES»

Los trabajos de Alfred Bernabeu Galbis (1998), el de Guillem Llin Llopis(2016) y de Josep Sanchis Carbonell (2016) son de obligada lectura para conocer la denominación que recibían las diferentes calles, plazas y espacios habitados de la ciudad de Ontinyent. El trabajo de Guillim Llin Llopis se acerca más a mis intenciones e intereses. La aportación de Josep Sanchis Carbonell es muy útil y documentada a la vez de que profundiza en la toponimia de los diferentes nombres de la ciudad de Ontinyent. La aportación de Alfredo Bernabreu Galbis no es menos interesante, ocupándose de los nombres, orígenes y anecdotario de las calles de Ontinyent

Con esta nueva entrada en mi blog intentaré incorporar nuevos elementos para identificar y hacer valer un discurso que lucha contra el olvido intencionado como por el resultado del proceso biológico de las personas. Es un intento de recuperar la memoria de unas personas que sufrieron las consecuencias de la feroz represión franquista. Estas personas compartieron un espacio habitado que el imaginario ontinyentí, huyendo de la denominación oficial, utilizaba una toponimia distinta .

Ese fue el caso de la calle “de les Embogadores” que atravesaba lo Cantalar de San Vicente y en Cantalar de San Carlos y que en la actualidad continúa recibiendo el nombre de Cantalar de San Carlos. En esta calle había mujeres que se dedicaban fabricar el asiento de las sillas con hiervas naturales, contribuyendo  a las maltratadas economías familiares. Esta calle, el de “les Embogadores”, durante la República en paz recibía el nombre de San Cristóbal pero será durante la República en guerra cuando pasa a denominarse calle Rafael Martí.

Entonces, ¿Quién era Rafael Martí? En “Muerte y represión en Ontinyent…,” Guillem Llin, apunta que «aunque en el libro Las calles de Ontinyent …, de Alfredo Bernabeu Galbis, leemos que es «otro personaje del movimiento anarquista», sin ninguna fecha más, puedes que sea el historiador y cronista valenciano del siglo XVI Rafael Martí de Viciana, que luchó en la Guerra de las Germanías y fue miembro de las Cortes. Su efigie la estamparon, en diciembre de 1937, en un billete de una peseta del Consejo Municipal de Burriana, de donde era él«.

Pero digo yo, que el mencionado Rafael Martí, al que hace referencia Alfred Bernabeu Galbis, quizás sea verdaderamente ese personaje anarquista. Miguel Iñiguez (2001) en su «Esbozo de una enciclopedia histórica del ananarquismo…,» indica que Rafael Martí, » que a veces Martin. Confederal y anarquista de Alcoy. Seudónimo Pancho Villa. Operador cinematográfico, parco de palabras y elocuente de hechos. Alma y nervio de la Columna de Hierro, formó su primer comité de guerra y murió en combate en Puerto Escodón el 20 -8-1936″

Rafael Martí (1907-1936) fue un anarcosindicalista alcoyano que junto con otros creó la «Columna de Hierro». Era conocido con el mote de «Pancho Villa» por su indumentaria. Ciudades como València, cambiaran la denominación de muchos de sus calles durante la República en guerra, como fue el caso de Trinquete de Caballeros que recibirá el nombre de «Pancho Villa» en memoria de Rafael Martí. En Ontinyent la Calle Santa Cristobal o de las Embogadores, recibirá ese mismo nombre.

Huyendo de cualquier discusión alrededor de la denominación de la calle las Embogadores si correspondía a un Rafael Martí del siglo XVI o del siglo XX, mi idea es intentar identificar algunas de las experiencias de vida de personas y familias que vivieron en esta calle.

Con el paso del tiempo y sin una clara intención de recuperación del pasado, mejor dicho sin un discurso memorialista claro por parte de las autoridades locales, difícilmente la ciudadanía, tiene la posibilidad de conocer, de saber, de ligar el pasado y presiente. Uno de los puntos que tiene que materializar ese discurso memorialista es la identificación de los espacios de la memoria porque las personas en particular y en grupo en general, tienen el derecho a saber, a conocer y explicar su propia historia.

A veces son el poder de la palabra escrita i la memoria oral la que nos ayuda a recuperar, saber i conocer las experiencias de vida de los que habitaron con anterioridad el espacio que ahora compartimos. Identificando este espacio habitado y compartido, el cual podemos incorporar en los espacios de la memoria, recuperamos los relatos de las experiencias personales.

Revisando el padrón de 1935 identificamos las personas, las familias que allí vivieron. En esta calle, la de “les Embogadores”, habitaron hombres, mujeres y niños que sufrieron los efectos de la guerra y posguerra.

En el número 26 de la calle de “les Embogadores” vivía Natalio Quiles López casado con Juana Maria Sánchez Sola, ambos naturales de Hellin. Natalio, al estallar la guerra civil, marchó a voluntario para engrosar las filas del ejército de la República y luchar contra el fascismo. Fue herido e ingresado en el Hospital Militar Internacional de Ontinyent. En diciembre de 1938 consiguió la graduación de teniente. Al finalizar la guerra fue encarcelado en la prisión de Gandia. Fue condenado a 12 años de prisión por el delito de auxilio a la rebelión. En 1945 residía en la calle S. Mateo n.º 94 de Alcoy.

Ramón y Manuel Moran Lorente son dos hermanos de 26 y 24 años que también vivían en el número 5 de la calle de “les Embogadores”. Ramón era practicante y ejerció en el Hospital Militar Internacional y Manuel fue herido e ingresado en el mismo hospital donde trabajaba su hermano mayor.

Otra familia que residía en la calle de “les Embogadores” era los Angla Torró. Vivían en el número 8. Manuel fue fusilado en Paterna el 8 de marzo de 1940, tenía 30 años dejando viuda y un hijo y una hija huérfanos de 2 y 1 año respectivamente. La hermana de Manuel Angla Torró formó parte de la Agrupación de Mujeres Antifascistas.

Una tercera familia fue la de María Moran Gironés, apodada Maria la Canyeta que vivía en esta con su marido Manuel Mollà Ureña, tejedor. Manuel, el hombre de Maria La Canyeta, fue fusilado con 27 años en Paterna el 27 de marzo de 1940. Dejó viuda y un hijo que murió a la edad de cuatro años. Vicent Gironés Moran era hermano de Maria que también fue fusilado en Paterna el mismo día que su marido. No dejó descendencia. El 1 de mayo de 1940, fusilaron  a Vicent Mollà Ureña, cuñado de Maria La Canyeta.

Esta mujer tuvo la suerte de recibir el apoyo de familia Seguí Belenguer, que conocedora de su situación, tomó la decisión de atenderla hasta los últimos días de su existencia. Afortunadamente Conxa Seguí Belenguer está involucrada en la investigación y recuperación de la memoria de María la Canyeta. Tarea que conseguirá gracias a la fuerza de la palabra escrita y de los recuerdos de Conxa Seguí, heredera de la memoria de una mujer que cada 1 de noviembre visitaba al cementerio de Paterna para rendir el merecido homenaje a su marido, hermano y cuñado allí asesinados.

 

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