ENCUENTRO DE ESTUDIANTES. MAUTHAUSEN, DEL 3 AL 6 DE MAYO DE 2019.

El pasado 3 de mayo tuve la oportunidad de viajar a Austria junto con cinco alumnos y la directora del IES Pou Clar. También participaron institutos de Burriana, Villarreal. Alzira y Elda. Encuentro propiciado por la FVMP y la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas y Reformas Democráticas, con la colaboración de la Amical de Mauthausen con el objeto de visitar el campo de concentración de Mauthausen. Alba, Paula, Carmen, Angela, Luis, Imma y Joan hemos sido la voz y los ojos de los ontinyentins y ontinyentinas, los valldalbaidins en Mauthausen durante estos cuatro días. Tal como rezaba a pancarta desplegada en Mauthausen, se trataba de un Homenaje a los 627 deportados valencianos de 271 municipios víctimas del nazismo y el feixisme.És la concreción de la política para con la memoria democrática desarrollada desde los diferentes ámbitos de la administración. El primer ámbito está representado por La Generalitat, con la Presidencia y la Consejería de Justicia, Administraciones Públicas y Reformas Democráticas, que han hecho posible crear la ley valenciana para llevar a cabo la recuperación de la memoria democrática valenciana. Un segundo ámbito o nivel de concreción nos viene de la mano de la Red para la Puesta en Valor de la Recuperación de la Memoria Democrática impulsada por la FVMP y de la Diputación de Valencia han hecho posible que la administración más cercana al ciudadano, en este caso el ayuntamiento de Ontinyent, desarrolle su proyecto en torno a la memoria democrática, construyendo el proyecto memorialista valenciano. En Ontinyent ha supuesto la creación de la Comisión para la Recuperación de la Memoria democrática de Ontinyent. La tarea desarrollada desde el Ayuntamiento de Ontinyent ha hecho posible que un grupo de jóvenes pueda conocer y experimentar cómo hace 74 años se consiguió detener la intolerància.S’ha hecho pedagogía de la memoria, como desde el espacio para a la memoria, desde el campo de concentración de Mauthausen ha creado conocimiento, se ha vivido experiencias desde colectividad y desde la individualidad interiorizando emociones, experimentando contradicciones y discrepancias que aportarán nuevos elementos para poder elaborar, en todo caso, un discurso desde la libertad y el respeto a las personas, defendiendo así la libertad y los derechos humanos. Recuerde como Luis después de hacer una fotografía y editarla con la correspondiente aplicación de su móvil me la enseñaba para explicarme que la había hecho en blanco y negro, menos el pañuelo que llevaba anudado al brazo, identificado claramente el triángulo azul y la ese blanca, símbolos con los que se identificaba en Mauthausen a los españoles allí concentrados y masacrados. Según intentaba explicarme, pretendía, al menos, poner un poco de color con tanta oscuridad como elemento de esperança.La subida por las escaleras de la muerte, con un silencio roto por el ruido de las pisadas de los cientos de personas, que desde de la cantera subíamos hacia el campo de Mauthausen, llamaba a la reflexión, a la denuncia de cómo los seres humanos somos capaces de negarnos a nosotros mismo. Aquel silencio, el ruido y el esfuerzo para superar aquellos escalones empedrados, con la pendiente exageradamente pronunciada, exigían continuar la lucha para que la memoria fuera el motor del presente y conseguir un futuro en paz y llibertat. El último día fue, por mí lo más impactante. Antes de visitar el castillo de Hartteim, mientras esperábamos que abrieron sus puertas para visitarlo, tomamos un café, en una cafetería que debía ser un Centro Especial de Empleo. Un joven con síndrome de Down fue el encargado de servirnos. A continuación accedimos  en el castillo donde pudimos saber que allí los nazis asesinaron a los que ya no podían trabajar y los que eran considerados disminuidos psíquicos y físicos, a los que ahora llaman personas con diversidad funcional. Sólo hay que imaginar. Al enterarse de aquel hecho, no me lo podía quitarme de la cabeza. Qué trabajo más bien hecho por las autoridades austríacas.  Aquel castillo la habían convertido en un centro de inclusión social y de formación al tiempo que era un espacio para recuperar la memòria. Las reflexiones, los interrogantes salían de manera espontánea mientras comían, cenaban o en el bus mientras se desplazaban de un lugar a otro. Ya al ​​final del viaje, de nuevo Luis compartía un whatsapp donde después de dar las gracias al Ayuntamiento de Ontinyent, a Oscar el regidor, a Imma y al que os escribe, decía «y ahora a trabajar para transmitir a los que no han podido venir, los sentimientos vividos en estos días» .En este enlace se puede disfrutar de las valoraciones y los sentimientos vividos por este adolescents

https://ontinyent.vilaweb.cat/noticies/viatge-a-mauthausen-un-riu-democions/?fbclid=IwAR0HG-jHsAQzHbx9M24dLNtais2xspFCZF9hHWcuXN2BBOogzFAMYiCH9Tw

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